El agua, bien de gran importancia en la Nefrología.

Esta semana se celebra la Semana Internacional del Agua, evento global que pretende dar visivilidad a la importancia del agua en diversas áreas, incluida la salud, y en nuestro caso particular, en la Nefrología.

Es una gran oportunidad para resaltar cómo el agua desempeña un papel crítico en la salud renal: mantener su función de filtración sanguínea, regular la presión arterial y prevenir complicaciones como la aparición de cálculos renales o minimizar el riesgo de ciertos procedimientos médicos y cirugías. También participa en los procesos de digestión y absorción de nutrientes y eliminación de sustancias de desecho entre otras muchas funciones.

Existen 3 fuentes principales: el agua directa y los líquidos, a través de los alimentos que tomamos (hortalizas, frutas, productos lácteos, pescado blanco y huevos) y por último en pequeñas cantidades de la metabolización de los nutrientes (hidratos de carbono, grasas y proteínas).

Además también desempeña un papel importante en las técnicas terapéuticas en nefrología. En pacientes con enfermedad renal, el equilibrio de líquidos es crucial, y muchas terapias se centran en controlar la cantidad de agua en el cuerpo. Por ejemplo, en la diálisis (tratamiento para reemplazar la función de los riñones en personas con insuficiencia renal) el control preciso del equilibrio de líquidos y la eliminación de toxinas se logra mediante el uso de soluciones de diálisis (llegando a recibir unos 120-2000 litros en cada sesión) y la monitorización constante de la hidratación del paciente (usando técnicas como la bioimpedancia).

El cuerpo humano se compone en más de un 60% de agua en la edad adulta por lo que mantener una hidratación adecuada (adaptada a las patologías concretas de cada paciente) es imprescindible para mantener un estado físico óptimo. La cantidad diaria recomendada dependerá de factores como la edad o la situación clínica de cada persona, así como de otros factores, como el ejercicio físico o la temperatura exterio y es de vital importancia seguir las recomendaciones del nefrólogo ante cualquier alteración renal y no tomar agua ni en exceso ni en defecto para mantener la función renal en las mejores condiciones posibles

En resumen, la Semana Internacional del Agua puede ser una plataforma para resaltar la interconexión entre el agua, la salud renal y las prácticas terapéuticas en nefrología.

Celia Ahedo, R3 Nefrología del CHGUV.
Esther Tamarit, Adjunta de Nefrología y Coordinadora del Blog del Paciente Renal del CHGUV.