Un fármaco antiobesidad redujo significativamente la HTA en obesos

Uno de los nuevos fármacos utilizados para bajar de peso, la tirzepatida, redujo significativamente la presión arterial sistólica -más fuerte predictor de muerte cardiovascular que la presión diastólica, en casi 500 adultos con obesidad que tomaron el medicamento durante aproximadamente ocho meses, según una nueva investigación que acaba de ser publicada en Hypertension, de la Asociación Estadounidense del Corazón.

Según las Estadísticas de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares de 2024 de la Asociación Estadounidense del Corazón, más de 122 millones de adultos en los Estados Unidos, un 47 % , tienen hipertensión (HTA)y casi el 42 % de los adultos tienen obesidad. En España afecta a entre el 33 y el 43% de la población adulta mayor de 18 años.

En 2022, la FDA estadounidense aprobó la prescripción de tirzepatida como tratamiento para la diabetes tipo 2. A finales de 2023, este organismo también lo aprobó para el control de peso crónico en personas con obesidad (IMC de 30 kg/m2  o superior) o con sobrepeso (IMC de 27-29 kg/m 2 ) y al menos una condición de salud relacionada, como HTA, diabetes tipo 2 o hipercolesterolemia.

Tirzepatida actúa imitando dos hormonas metabólicas: como agonista del receptor del péptido 1 similar al glucagón (GLP-1) y también como agonista del receptor del polipéptido insulinotrópico dependiente de glucosa (GIP). Estas hormonas estimulan la secreción y la sensibilidad de la insulina después de que una persona come. En combinación, se ha descubierto que ayudan a regular los niveles de azúcar en la sangre, enlentecen la digestión y reducen el apetito, lo que hace que la persona se sienta más llena, coma menos y pierda peso. Por el contrario, la semaglutida sólo tiene la hormona GLP-1; no contiene un agonista del receptor GIP.

James de Lemos, principal autor del trabajo, catedrático de Cardiología y profesor de Medicina en el UT Southwestern Medical Center en Dallas, Texas, Estados Unidos, señala que los hallazgos indican que tratar la obesidad con tirzepatida puede ser una estrategia efectiva para prevenir o tratar la  presión arterial elevada.

MEDIDAS QUE RIVALIZAN

«Aunque tirzepatida se ha estudiado como medicamento para bajar de peso, la reducción de la presión arterial en los pacientes de este estudio fue impresionante», explica, aunque matiza que si bien se desconoce si el impacto en la presión arterial se debió al medicamento o a la pérdida de peso de los participantes, «las medidas de presión arterial más bajas observadas con tirzepatida rivalizaron con las observadas con muchos medicamentos para la hipertensión».

Las medidas de presión arterial más bajas observadas con tirzepatida rivalizaron con las observadas con muchos antihipertensivos

La investigación actual es un subestudio planificado que incluyó a 600 de los participantes del análisis de pérdida de peso Surmount-1, publicado en NEJM,  para determinar si había un efecto sobre la presión arterial. El subestudio se diseñó para evaluar los efectos de tirzepatida sobre los niveles de presión arterial medidos mediante monitorización ambulatoria de la presión arterial durante 24 horas en personas con obesidad pero sin diabetes tipo 2.

Los participantes recibieron placebo o una dosis de tirzepatida en una de estas tres concentraciones: 5 mg, 10 mg o 15 mg. Aproximadamente un tercio de los participantes informaron que tenían presión arterial alta al comienzo del estudio y estaban tomando uno o más medicamentos para la hipertensión.

Cuando comenzó el subestudio, todos los participantes tenían niveles de presión arterial inferiores a 140/90 mm Hg, y si usaban medicamentos para la presión arterial, debían haber estado tomándolos durante al menos tres meses. El subestudio incluyó participantes que tenían hipertensión y presión arterial normal.

Los resultados más destacados de este análisis, que se realizó entre diciembre de 2019 y abril de 2022, a las 36 semanas posteriores de administar tirzepatida indican que en las personas que tomaron 5 mg se observó una reducción promedio de la presión arterial sistólica de 7,4 mm Hg.

Para los participantes que tomaron 10 mg de tirzepatida, hubo una reducción promedio de la presión arterial sistólica de 10,6 mmHg y de 8,0 mm Hg para los que tomaron 15 mg.

Los efectos reductores de la presión arterial con esta molécula fueron evidentes en las mediciones de la presión arterial tomadas tanto durante el día como durante la noche. La presión arterial sistólica nocturna es un predictor más fuerte de muerte cardiovascular y de muerte por todas las causas que las lecturas de presión arterial diurna.

Los efectos reductores con esta molécula sobre la presión arterial se observaron tanto durante el día como por la noche

 

Las reducciones en la presión arterial sistólica fueron consistentes entre los subgrupos de participantes en el estudio que fueron categorizados por factores adicionales, incluyendo edad, sexo, índice de masa corporal y factores de riesgo relacionados con la hipertensión.

La monitorización ambulatoria de la presión arterial utilizada en este estudio incluyó mediciones de la presión arterial cada 30 minutos durante el día y cada hora durante la noche, lo que proporcionó una evaluación más completa de la presión arterial que las mediciones diarias de la presión arterial en el consultorio o en el hogar. Para el control ambulatorio de la presión arterial, los participantes del estudio usaron un dispositivo de control de la presión arterial durante un período de 24 a 27 horas que midió la presión arterial durante las horas de vigilia y sueño. La monitorización ambulatoria de la presión arterial se realizó cuando los participantes comenzaron a tomar tirzepatida al inicio del estudio y después de 36 semanas de estar inscritos en el estudio.

La  Guía ACC/AHA de 2017 para la prevención, detección, evaluación y tratamiento de la presión arterial alta en adultos clasifica la hipertensión, o presión arterial alta, con medidas de presión arterial superior e inferior mayores o iguales a 130/80 mm Hg.

Las limitaciones del estudio incluyen que solo se realizó en un subconjunto de los 2539 participantes originales de Surmount-1. La monitorización ambulatoria de la presión arterial sólo se midió en dos momentos del estudio: al inicio y a las 36 semanas; y las mediciones solo se tomaron una vez por hora por la noche para minimizar la carga para los participantes del estudio.

Además, no se evaluaron los cambios en la ingesta de alimentos ni la excreción de sodio en orina de 24 horas, lo que significa que se desconoce y no se puede estimar la contribución de las modificaciones dietéticas, incluida la ingesta de sal u otros cambios que pueden ayudar a reducir la presión arterial.

Para Michael E. Hall, presidente del grupo de redacción de la declaración científica de 2021 de la Asociación Americana del Corazón sobre  estrategias de pérdida de peso para la prevención y tratamiento de la hipertensión y presidente del Departamento de Medicina del Centro Médico de la Universidad de Mississippi en Jackson, Mississippi, en general, estos datos son alentadores en cuanto a que los nuevos medicamentos para bajar de peso son eficaces para reducir el peso corporal y también para mejorar muchas de las complicaciones cardiometabólicas de la obesidad, incluidas la hipertensión, la diabetes tipo 2 y la dislipidemia, entre otros factores de riesgo.

IMPACTO A LARGO PLAZO

«Si bien el impacto de cada uno de estos efectos beneficiosos es individualmente importante, muchas de estas complicaciones relacionadas con la obesidad actúan sinérgicamente para aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular. Por lo tanto, las estrategias que mitigan las múltiples complicaciones relacionadas con la obesidad pueden reducir el riesgo de eventos cardiovasculares».

A su juicio, y a la vista de los datos, son necesarios estudios adicionales para determinar el impacto a largo plazo en eventos cardiovasculares como infartos cardíacos e insuficiencia cardíaca. «Además, se necesitan ensayos para investigar qué sucede con la presión arterial cuando se suspenden medicamentos como tirzepatida: ¿la presión arterial rebota y vuelve a subir, o permanece baja?».

 

Fuente: diariomedico.com

 

Dra. Esther Tamarit Antequera

Nefróloga CHGUV

Coordinadora Blog Renal

Blog Escuela del Paciente Renal HGUV

La Escuela del Paciente Renal es un proyecto del Consorcio Hospital General Universitario de Valencía donde un grupo multidisciplinar compuesto por nefrólogos, psicólogos y nutricionistas tratamos aspectos de interés para pacientes con alguna patología renal o para aquellos que quieran conocer de una manera más profunda el mundo de la nefrología.

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