Día Mundial de los Primeros Auxilios

Como cada septiembre desde el año 2000 se celebra el Día Mundial de los Primeros Auxilios, día en el que se pretende divulgar a todo el mundo las técnicas básicas de primeros auxilios y su importancia con el fin de preparar a la población para saber actuar de forma rápida y segura ante una emergencia, proporcionando ayuda hasta poder recibir asistencia médica. 

De esta forma se consigue minimizar los daños de una lesión y acelerar la recuperación, prevenir que las lesiones existentes empeoren, reducir el sufrimiento de la persona herida y proporcionar confort y apoyo emocional. También facilitar las labores de los profesionales sanitarios a su llegada y, en definitiva, salvar vidas, porque conocer cómo reaccionar adecuadamente en situaciones de emergencia puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

Los primeros auxilios son aquellas técnicas que se realizan de manera inmediata al herido en el lugar del suceso, previo al traslado a un centro sanitario. Es de vital importancia que dichas técnicas se realicen lo antes posible, ya que el primer minuto es decisivo para salvar una vida. Asociaciones como Cruz Roja imparten cursos para favorecer esta actuación.

Ante una situación de emergencia, lo primero es importante conservar la calma y contactar con servicios de emergencia (112) explicando de la manera más objetiva y concisa los acontecimientos. También se debe evitar movilizar a la persona herida, a menos que la situación lo requiera y evitar aglomeraciones. Y, solo si nos encontramos en una posición segura, iniciar los primeros auxilios.

Algunas de las labores más importantes consisten en verificar los signos vitales de la persona afectada, de manera inmediata: tensión arterial, pulso, respiración, temperatura…

Otras técnicas básicas que se manejan en los primeros auxilios son:

– Reanimación cardiorespiratoria o RCP: se realiza mediante compresiones torácicas y respiraciones, para el restablecimiento de la circulación sanguínea hacia el cerebro y otros órganos vitales.

– Maniobra de Heimlich (ante asfixia): colocando los brazos alrededor de la cintura de la persona afectada y efectuar una presión rápida contra su abdomen hasta que la persona respire nuevamente.

– Quemaduras: refrescar la zona afectada con agua fría o colocando una toalla limpia, húmeda y fría.

– Heridas: lavar con abundante agua, luego colocar un vendaje limpio para detener el sangrado.

– Hemorragias: en el caso de una hemorragia arterial hay que colocar a la persona afectada en posición horizontal, elevando la extremidad lesionada. En cambio, si es una hemorragia venosa se debe colocar al afectado en posición horizontal, aplicando vendas limpias sobre la herida.

Estos son solo algunas de las técnicas mas frecuentemente empleadas pero, para realizarlas con seguridad, se recomienda el aprendizaje a través de organismos adecuadamente acreditados para su enseñanza.

Celia Ahedo, MIR de 3er año del Servicio de Nefrología.

Esther Tamarit, Coordinadora del Blog del Paciente Renal del CHGUV.